Al estallar la Guerra Civil española, Erika y Klaus Mann, jóvenes y claramente antifascistas, ya vivían en el exilio. Como alemanes, además, se sintieron especialmente implicados con una contienda en la que los militares sublevados recibían ayuda militar de Hitler y Mussolini y con una población que, pese al hambre y la guerra, luchaba con firmeza por la democracia. Y, convencidos de la necesidad de contarlo todo, viajaron a España entre el 23 de junio y el 14 de julio de 1938.
De esa estancia nacen estas crónicas que aquí recogemos bajo el título de El milagro de España. Los hermanos Mann visitarán la retaguardia, pero también diversos frentes de guerra, como el del Ebro, en Cataluña, o, en Madrid, los de El Jarama y la Ciudad Universitaria, en cuya Facultad de Filosofía se combatió metro a metro, y no olvidarán conversar con periodistas, políticos, escritores e incluso con gentes anónimas o combatientes republicanos. Y, con mirada crítica y aguda, reaccionan en sus escritos para, de manera emocionada, exponer el valor de esos soldados y esa población civil que pese a todo cree en la República y en un futuro mejor, en la solidaridad, el esfuerzo y la cultura. Por eso sus textos son claros, vívidos y deslumbrantes, igual que la realidad que viven, dual, antagónica y complementaria, a caballo entre la condena y la admiración.
Ahora, al fin, con este El milagro de España podemos disfrutar de todas esas crónicas que Klaus y Erika, los hijos del ya por entonces Premio Nobel Thomas Mann, escribieron sobre la contienda. Y lo hacemos, además, de la mano de tres especialistas en los autores y la cultura alemana: Ana María Pérez, Isabel García Adánez y Carlos Fortea.
Por primera vez que se traducen al español estas obras de Erika y Klaus Mann.
Erika (Múnich, 1905 - Zúrich, 1969) y Klaus Mann (Múnich, 1906 - Cannes, 1949), sin serlo, siempre se consideraron gemelos. Jóvenes de su tiempo, y marcados prematuramente por el halo intelectual y la importancia de la figura de su padre, el Premio Nobel Thomas Mann, trataron de alejarse de tanta celebridad en lo posible, aunque sin olvidarse de que por apellido la merecían, para dejar su propia impronta. Ambos amaban la noche y vivieron la vida con un dandismo irreverente y con las drogas como método de evasión. Klaus abrazó todos los géneros: poesía, teatro, narrativa y artículos. Desde la publicación de su primera novela, La danza piadosa, fue conocido como el «enfant terrible». Sin embargo, su gran obra, es, sin duda, El volcán. Erika, tras dedicarse al teatro, al cine y al cabaret en el Múnich de entreguerras, huyó de Alemania en 1935. Acabó contrayendo un matrimonio de conveniencia con el poeta inglés W. H. Auden. Vivió en Nueva York y Londres, y, como albacea de su padre, pasó sus últimos años en Zúrich.
Carlos Fortea nació en Madrid en 1963. Además de escritor, es profesor de las universidades de Salamanca y Complutense de Madrid, y traductor literario, con una labor de más de cien títulos, entre los que se cuentan obras de Thomas Bernhard, Günter Grass, Stefan Zweig, Alfred Döblin, E.T.A. Hoffmann, Eduard von Keyserling y Thomas Mann. En Edhasa ha traducido a Alfred Döblin, Thomas Mann, Gisbert Haefs, Jan Costin Wagner y Siegfried Obermeier.
Además, es autor de las novelas juveniles: Impresión bajo sospecha (Anaya, 2009), El diablo en Madrid (Anaya, 2012), El comendador de las sombras (Edebé, 2013) y A tumba abierta (Loqueleo Santillana, 2016). Los jugadores (Nocturna, 2015) finalista del Premio Espartaco de la Semana Negra de Gijón, fue su primera novela para adultos, trayectoria que continuó con El mal y el tiempo (Nocturna, 2017).
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Doctora en Filología Alemana, Licenciada en Filología Hispánica y en Filología Alemana. Desde 2011 es Profesora titular de la Universidad UCM. En 2020 ha sido galardonada con el Premio Nacional a la mejor traducción por su trabajo en la obra de Herta Müller Siempre lo misma nieve y siempre el mismo tío.