Basándose en trabajos de importantes académicos bíblicos (como Rudolph Bultmann, Raymond Brown, Jane Schaberg o Robert Funk, entre otros), el cineasta Paul Verhoeven desnuda al mítico personaje de Jesús para revelar a un hombre que, en el fondo, tiene mucho en común con otros grandes líderes políticos a lo largo de la historia.
Cuando desaparece el Jesús de los milagros, cuando olvidamos al hijo de Dios, se va también el tejedor de parábolas cuyos significados son oscuros. En su lugar, Verhoeven nos descubre a un Jesús que es un hombre completo, alguien que cambió paulatinamente a causa de los acontecimientos; el líder de un movimiento político y, quizá lo más importante, alguien que, en sus discursos y refranes, introdujo una nueva ética en la que el abrazo de las contradicciones humanas trasciende el valor que hasta ese momento había definido el mundo material.
«Los romanos lo vieron [a Jesús] como a un insurrecto, lo que hoy se llama incluso un terrorista. Es muy probable que hubiera carteles suyos con "se busca" en las puertas de Jerusalén. Era peligroso porque estaba proclamando el Reino de los Cielos, pero no se refería al al reino de los cielos como lo imaginamos ahora, algo espectral en el futuro, en el cielo. Para Jesús, el Reino de los Cielos, era algo muy tangible, algo que ya estaba presente en la Tierra, de la misma manera que el Che Guevara proclamó el marxismo como el advenimiento del cambio mundial».
(Ámsterdam, 1938) es conocido sobre todo como director de cine, y especialmente por sus películas de ciencia ficción. Su fascinación por la figura de Jesús hizo que no sólo rodara una película, sino que plasmara sus investigaciones en este libro.