Justine, arranque del monumental «El cuarteto de Alejandría» y quizá la mejor novela jamás escrita por Lawrence Durrell, es sin duda la más influyente de sus obras y ha dejado una huella indeleble en varias generaciones de lectores. Situada en la Alejandría cosmopolita y sensual de los momentos previos a la Segunda Guerra Mundial y centrada en un personaje cuya búsqueda del placer constituye un método de aprendizaje, ofrece al lector una experiencia sublime.
La Alejandría de Durrell, donde la realidad y el sueño se funden, se eleva como una ciudad de precisa belleza, comparable a la Roma de Hawthorne o al París de Proust.
Aquí asistimos a la belleza con que Darley, el narrador, refiere la historia de su pasión hacia la enigmática Justine, centro de unos amores cruzados. El desenlace, con una misteriosa muerte, es en realidad un final abierto que sólo cobra todo su sentido tras la lectura del resto del «Cuarteto»: Balthazar, Mountolive y Clea.
Un turbador relato en el que la inteligencia, la perspicaz observación del ser humano y la riqueza narraativa adquieren un protagonismo absoluto.
De esta novela han dicho:
«No creo que se pueda escribir una prosa más lúcida en inglés» Henry Miller
«Una de las obras más fascinantes jamás escritas» Terenci Moix
También disponible en edición de bolsillo.
Se dio a conocer como poeta y novelista en la década de los treinta y obtuvo el primer gran éxito de crítica con El libro negro, escrito en París en 1938. Sin embargo, es El cuarteto de Alejandría, la impresionante tetralogía compuesta por Justine (1957), Balthazar (1958), Mountolive (1958) y Clea (1960), la obra que lo convierte en un clásico de nuestro tiempo –debido en buena medida a su exploración de las posibilidades del lenguaje narrativo– y que provocó entusiastas comparaciones del autor con Proust y Faulkner.
El laberinto oscuro (1958), Tunc (1968), o Nunquam (1970) son otros buenos ejemplos de su talento. Con Monsieur o El Príncipe de las Tinieblas (1974) inició un quinteto o, en sus palabras, un quincunce (que completa con Livia, Constance, Sebastián y Quinx) que llevó un paso adelante sus investigaciones narrativas y asentó su obra de madurez. Es autor también de poesía: Poemas completos, 1931-1974 (1980) y de varias obras a medio camino entre el ensayo y el libro de viajes.