El aforismo tiene una larga historia en la cultura europea. Y, además, una larga lista de cultivadores insignes. Pero, hasta Nietzsche, el aforismo no se hace transparente a sí mismo; esto es, no cobra plena conciencia de su significado. Por concepto y forma, sin duda, es Nietzsche el gran maestro del aforismo hasta nuestros días.
Esta selección de fragmentos, muchos de ellos póstumos y traducidos al castellano por primera vez en esta colección, delinean la personalidad y la malicia de este genial autor, fino observador del prójimo y de la realidad. Son escritos breves, frases fulgurantes, brillantes, con grandes aciertos de expresión, más cerca de la intuición que del espíritu analítico, que reflejan el carácter apasionado y polémico de Nietzsche.
Ha sido el filósofo alemán del siglo XIX que más ampliamente ha influido en los diversos ámbitos de la cultura europea posterior. Su escritura representó una verdadera revolución en la prosa filosófica y psicológica. Alcanzó su cumbre en los numerosos aforismos que pueblan su obra, en los cuales analizó, con pluma siempre certera y amorosamente cruel, los secretos del alma humana.
En estos Aforismos se recoge una selección de todas las épocas del autor, privilegiando, en cierta medida, los fragmentos póstumos, hasta ahora desconocidos en castellano. Por eso la figura de Nietzsche que aquí aparece es realmente nueva y no dejará de sorprender incluso a sus conocedores. La veracidad psicológica y la hondura filosófica se alían para hacer aflorar en todo momento en el lector una sonrisa pensativa.
(Cáceres, 1936) Estudió filosofía en Austria, Alemania y España. Es profesor de filosofía en la Universidad de Barcelona. Traductor de Th. W. Adorno, Elías Canetti, Thomas Mann Ernest Jünger, etc. Es uno de los mejores conocedores de Nietzsche y son justamente célebres sus traducciones castellanas de las obras de este autor. Su extensa y cualificada labor le ha valido la concesión por parte del Ministerio de Cultura del Premio Nacional de Traducción 1995 al conjunto de su obra y el premio de Traducción Ángel Crespo en 1999.