Esta obra se ha convertido en un clásico del pensamiento occidental del siglo xx, sobre todo porque en él aparecen expuestas de una forma clara y accesible, las propuestas fundamentales del existencialismo. La vigencia del pensamiento de Sartre (su definición del hombre como un hacerse continuo, su vehemente afirmación de la elección personal como compromiso que atañe a toda la humanidad, su negativa a que la angustia desemboque en apatía) no sólo permanede incólume, sino que se revela como un instrumento muy útil para afrontar el presente.
"Habrá un retorno a Sartre cuando se haga el ineventario de los puntos muertos a los que nos ha llevado al ideología liberal." Michel Contat.
Fue uno de los intelectuales más influyentes en el pensamiento occidental del siglo XX y pareja de la también filósofa Simone de Beauvoir. Desde muy joven emprendió una crítica a los valores y tradiciones de la clase social a la que él mismo pertenecía, la burguesía. Ya en sus primeros textos filosóficos, La imaginación (1936) y Bosquejo de una teoría de las emociones (1939), se percibe una originalidad de pensamiento que lo conduce al exitencialismo, cuyas tesis desarrollará en El Ser, la Nada (1943) y El existencialismo es un humanismo (1946).
Su producción comprende tanto el ensayo filosófico, político y literario como el teatro y la narrativa, en la que destaca Tifus. Sartre fue un hombre profundamente comprometido con su tiempo, lo que le llevó también a dirigir las revistas Les Temps Modernes, La Cause du peuple y Libération. En 1965 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura, que rechazó.
Annie Cohen-Solal escribó la biografía del autor, que revisó en el centenario del nacimiento del autor: Sartre 1905-1980