Shiké, la obra maestra de Robert Shea, puede ser leída de muchos modos. Por un lado, es una intensa y conmovedora historia de amor, la que une a Jebu y Taniko, a partir de la cual se contraponen dos clases sociales y dos códigos de conducta muy distintos y difícilmente compatibles. Jebu es un joven shiké, un monje guerrero zinja, que sigue a su amada, casada con un hombre cruel, por todo Japón hasta llegar a China. Por otra parte, Jebu se enfrenta a un monje mongol que llega a Japón para acabar con la estirpe de Jamuga, interviene en ambos bandos en la guerra entre las Takashi y los Muramoto y termina marchándose a China con el cabecilla de estos últimos, Yukio, para unirse a los chinos en la defensa contra los mongoles. A través de esta historia, en la que la política, las guerras entre estirpes y clanes y la religión desempeñan un papel destacado, Shea logra un amplio y vívido fresco del Lejano Oriente medieval. Esta obra se publicó originalmente en dos volúmenes: El último de los zinjas y Tiempo de dragones.
Novelista y periodista estadounidense, se formó en Rutgers University y trabajó como editor de revistas en Nueva York y Los Ángeles, hasta que a mediados de los sesenta entró en contacto con Robert Anton Wilson en la redacción de Playboy y juntos escribieron la trilogía Iluminatus! (1975), momento a partir del cual se dedicaría por completo a la escritura creativa. Entre su amplia obra, destacan las novelas All things are ligths, Shaman y Lady Yang, pero sin duda sus obras más ambiciosas y acabadas son Shiké y El sarraceno.