Nació en Mondovi. Su origen argelino marcará profundamente su pensamiento, al igual que la búsqueda infatigable de un orden moral, que halla en el clasicismo de su arte el correlato estético perfecto. En 1940 se trasladó a París tras trabajar un tiempo como redactor en un diario argelino. Muy pronto se sintió comprometido con los acontecimientos históricos que conmovieron Europa antes y después de la segunda guerra mundial. Fue miembro activo de la resistencia francesa y director de Combat, una publicación clandestina. Su célebre ensayo El mito de Sísifo (1942) expone su noción de lo absurdo y revela la influencia del existencialimo, presente en toda su obra. Periodista combativo, disidente de todas las ortodoxias de su tiempo, polemista incansable, escribió además libros tan fundamentales en nuestra cultura como las novelas: La peste (1947), La caída (1946), El extranjero (1942), o las obras de teatro Calígula (1945) y Estado de sitio (1948). En 1957 recibió el Premio Nobel de Literatura. Murió en 1960 em Villeblevin (Francia), en un accidente automovilístico.