Ingeniero, cantante, trompetista, inventor, locutor, escenógrafo y traductora, gran aficionado a la música de jazz, también se dedicó al teatro, la ópera y el cabaré. Vivió casi con furor sus cortas, inquietas e intensas vidas paralelas, todas ellas en el efervescente escenario parisino de la posguerra. Vian firmó una decena de obras de literatura, la letra de cientos de canciones y varios libretos de ópera. Dentro de su producción literaria, que se caracteriza por un estilo insólitamente violento de imágenes revulsivas, cabe destacar las novelas La espuma de los días, La hierba roja, El arrancacorazones, Escupiré sobre vuestra tumba y Todos los muertos tienen la misma piel y también Las hormigas, El Lobo-Hombre y Otoño en Pekín.