Bajo una historia simple, un viejo jardinero que cuenta a un interlocutor ausente la historia de un triángulo amoroso durante tres veranos consecutivos, Jardín junto al mar nos muestra el poder de destrucción del tiempo sobre la vida de los personajes y sobre las relaciones humanas que entre ellos suceden, pero también sobre sus cuerpos, sobre los jardines y sobre los paisajes.
En definitiva, no es otra cosa que una novela de personajes que tiene en su perfecto logro su clave fundamental, de ahí la sensación del lector de saber más que el propio narrador… La voz y la perspectiva adoptada, conseguida con total verosimilitud y belleza poética, constituyen la marca de estilo que Rodoreda buscaba en todas sus creaciones literarias. Y, así, con un particular realismo que llega a la máxima expresión, este Jardín junto al mar constituye una de sus obras más maduras y acabadas.
El empleo de una voz narrativa que no comprende las implicaciones y la gravedad de lo que está contando es uno de los recursos que mejor ha empleado Mercé Rodoreda en su obra. Una de las obras más maduras y acabadas de Rodoreda, donde su particular realismo llega a la máxima expresión.
Mercé Rodoreda es la gran escritora catalana del siglo XX y su sensibilidad para expresar narrativamente conflictos sentimentales ha tenido siempre un muy amplio eco entre los lectores de los más diversos intereses y edades. El retrato de la sociedad catalana que se filtra a través de la novela es un valor añadido a la novela.
Es sin duda la escritora catalana más universal de todos los tiempos, y, además la profundidad y la belleza de su estilo, su innegable talento para la creación de personajes femeninos y captación de los ambientes la han convertido en uno de los grandes clásicos de todos los tiempos, de ahí que su obra haya sido traducida a casi una treintena de lenguas.
De sus cuatro primeras novelas, sólo recuperó, tras reescribirla, Aloma (ganadora del Premi Crexells en 1937), que le reportó ya un notable éxito internacional. Fue en el exilio donde forjó el grueso de su obra literaria (novela, cuento, teatro y poesía), en la que destacan títulos como La plaza del Diamante (1962), La calle de las Camelias (1966) o Jardín junto al mar (1967), pero a su regreso en 1972 aún escribiría obras tan notables como Espejo roto (1974), Parecía de seda y otros cuentos (1978), Viajes y flores (1980, Premio de la Crítica Serra d'Or, Premio Ciudad de Barcelona y Premio Nacional de Crítica) y Cuánta, cuánta guerra (Premio de la Crítica Serra d'Or 1982). En teatro podemos destacar Rosas de fuego (Torrente de las flores).
La profundidad y la belleza de su estilo, su innegable talento para la creación de personajes femeninos y su prespicacia para captar la esencia de los ambientes en que sitúa sus obras la han convertido en uno de los grandes clásicos de la literatura europea del siglo XX.
En 2008, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, Edhasa publica Cuentos, que recopila todos los relatos que Rodoreda publicó en distintos volúmene: Parecía de seda y otros cuentos, Viajes y flores, Mi Cristina y otros cuentos, veintidós en total.
Revista CTXT (Diario Público): Rodoreda en la Pampa. El improbable encuentro de Borges y la escritora catalana en un parque de Ginebra.
Os dejamos una curiosa entrevista de Joaquín Soler Serran a la autora realizada en 1980: Mercé Rodoreda a fondo