A través del ejemplo de la familia Trotta, vinculada al emperador Francisco José de manera casi legendaria, Joseph Roth describe la decadencia austrohúngara y las condiciones sociales de su país, en el siglo XVIII. La novela narra la historia de tres generaciones: el fundador de la dinastía salva la vida al joven emperador durante la batalla de Solferino; su hijo se convierte en fiel servidor y funcionario del monarca y el nieto hará carrera en el ejército, abrumado por el peso de su apellido.
La marcha Radetzky es uno de los grandes clásicos de la novela histórica y la que mejor ha reflejado la decadencia de un imperio.
Joseph Roth (1894-1939) es quizás el novelsita centroeuropeo más importante del siglo XX. Nacido en la provincia austríaca de Galitzia, tuvo una brillante carrera como periodista que le llevó a conocer París y la Unión Soviética. Exisliado en París al subir Hitler al poder, murió en esa ciudad a la edad de cuarenta y cinco años.
Con Thomas Mann, Robert Musil, Rilke y Kafka pertenece a una época de esplendor de las letras en lengua alemana, gracias a títulos como La leyenda del santo bebedor, Judíos errantes, John, La rebelión, La noche 1002, Tarabús o El Profeta del mundo, pero quizás sea La marcha Radetzky la más célebre de sus novelas, que, en cierto modo, tendría una continuación en La cripta de los capuchinos.