"Una maravilla literaria y un alarde editorial del sello Edhasa, que ha incluido en el mismo volumen tres piezas simplemente antológicas: La celda de Próspero, Reflexiones sobre una Venus marina y Limones amargos. (...) Un libro mágico, capaz, sin movernos de la silla, de invitarnos a viajar, entre los años veinte y cuarenta del pasado siglo, por un mundo de razas antiguas, arenas blancas, vinos del color del aire, mujeres de ojos negros y hombres como forjados en bronce. (...) Prodigioso Durrell."
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No podemos darte acceso a la revista El Ciervo de noviembre 2020 donde figura la reseña de esta obra (sólo sus suscriptores pueden o también puedes comprarla en el quiosco), pero en ella Eduardo Suárez nos dice que Durrell evoca los recuerdos de cuando vivió en las islas griegas con su familia, ésto sabemos que es verdad porque lo mencionó su hermano Gerald en un libro y además está recogido en la serie de televisión Los Durrell que se estrenó en Reino Unido en 2016 con bastante éxito. Su estilo experimental de jugar con el tiempo y el espacio en esta obra, ya se reflejaba en su tetralogía más conocida El cuarteto de Alejandría (Justine, Balthazar, Mountolive y Clea) también publicadas en Edhasa.