Este volumen reune los cuentos publicados de Charles Dickens publicados entre las navidades de 1843 y las de 1848: "Canción de Navidad", "Las campanas", "El grillo del hogar", "La batalla de la vida" y "El hechizado", todos ellos ilustrados por los ilustradores originales y probablemente los más brillantes de su tiempo (Edwin Landseer, John Leech, Richard Doyle o John Tenniel entre otros). Las ilustraciones han sido restauradas y coloreadas para esta edición de lujo ideal para los amantes de la literatura de Dickens y sin duda un regalo idóneo para las fiestas navideñas.
Charles Dickens entró a trabajar en una fábrica de betún con tan sólo 12 años, debido a que su padre, John Dickens fue encarcelado por deudas. Las sórdidas condiciones del trabajo y el sentimiento de humillación supusieron un duro golpe para el joven Dickens que soñaba con ser un hombre refinado y receptor de una buena educación. El episodio marcaría un antes y un después en su vida y definiría en gran parte su compromiso posterior con las clases más defavorecidas, tanto en su vida real como en su literatura.
Mas tarde pudo reanudar sus estudios y en 1827 consiguió un puesto como pasante de abogado. Dos años después empezó a redactar crónicas de tribunales y luego pasó a ser periodista parlamentario. Bajo el pseudónimo de "Boz", publicó una serie de "estampas costumbristas" que nos ofrecen unas interesantes visiones de la vida cotidiana de la época victoriana.
En 1936 se casó con Catherine Hogarth con la que tendría diez hijos. Durante los siguientes años escribió en varios pediódicos, donde publicaría sus primeras novelas por entregas, como Los papeles póstumos del Club Pickwick, Nicholas Nicklby (la novela inglesa más divertida según Peter Ackroyd) y Oliver Twist, hecho que creó una relación muy especial con sus lectores.
En 1843 publicó Canción de Navidad, probablemente su obra más conocida y después de algunos viajes por europa, publicó por entregas David Copperfiled, novela en buena parte autobiográfica, La casa desierta y Tiempos difíciles. A mediados de los cincuenta publicó Grandes esperanzas, obra que muchos consideran su obra maestra.
A partir de 1858 empezó una serie de lecturas públicas de fragmentos de sus novelas que mantuvo entusiamado a su público hasta el final de sus días. Llegó a ser recibido por la reina Victoria. El escritor está enterrado en Poet's Corner de la Abadía de Westminster en Londres.
Cuando están a punto de cumplirse los 150 años de su muerte el diario El mundo publica el artículo Recordando a Charles Dickens y recomienda la biografía de Peter Ackroyd: Dickens, el obervador solitario