Esta mañana Amadís Dudu ha perdido el autobús. Tal inconveniente, lejos de resolverse con normalidad, supone para Dudu el comienzo de una serie de extraordinarias aventuras que no tardarán en conducirlo al gran desierto de Exopotamia. Allí, precisamente porque se trata de un desierto, Dudu entabla conocimiento con una multitud de personajes pintorescos, al tiempo que se ve involucrado en el extravagante proyecto de construcción de una línea ferroviaria.
Naturalmente, ni Pekín ni el otoño tienen nada que ver con todo esto. De hecho, aquí casi nada tiene que ver con nada, y no se hace necesario que nadie saque conclusiones. No obstante, si el lector se empeña en ello, no será difícil que, a través de la delirante y cómica peripecia de Dudu, llegue a ese centro secreto en torno al cual gira la obra entera de Boris Vian y en el cual, entrelazados, se esconden el amor y la muerte.
Edhasa recupera de uno de los autores míticos del siglo XX, símbolo de la bohemia y la intelectualidad, con la traducción revisada de Juan García Hortelano.
Os dejamos aquí una reseña del blog Libros y Literatura sobre la obra.
Ingeniero, cantante, trompetista, inventor, locutor, escenógrafo y traductora, gran aficionado a la música de jazz, también se dedicó al teatro, la ópera y el cabaré. Vivió casi con furor sus cortas, inquietas e intensas vidas paralelas, todas ellas en el efervescente escenario parisino de la posguerra. Vian firmó una decena de obras de literatura, la letra de cientos de canciones y varios libretos de ópera. Dentro de su producción literaria, que se caracteriza por un estilo insólitamente violento de imágenes revulsivas, cabe destacar las novelas La espuma de los días, La hierba roja, El arrancacorazones, Escupiré sobre vuestra tumba y Todos los muertos tienen la misma piel y también Las hormigas, El Lobo-Hombre y Otoño en Pekín.