El perfume de una ciudad líquida, que parece flotar, es el aroma que nos envuelve durante la lectura de esta novela. Historia de la convulsa Barcelona en 1937 y del mundo de hoy, Metamorphosis es el eco de las guerras pasadas y del desgarro de las actuales. Pero también una novela sobre esas mujeres que se transforman con el paso de los años, la maternidad y la culpa.
Por eso, cuando Lali, después de una experiencia traumática en el ejército, regresa a la casa familiar, se aferra al refugio en que habita. Pero la exigua paz, nunca real para ella misma, se disipa en cuanto recibe un peculiar encargo: restaurar el perfume de su antigua vecina, Roser, fallecida durante la Guerra Civil. Pronto encuentra que todo huele a pantano y que nada es lo que parece, pues hay secretos insondables del alma que, a veces, quedan por escrito. Y entonces su vida real se entremezcla con esa otra pasada que no es capaz de soslayar: las cartas de Roser a Mercè Rodoreda, el abandono de un hijo, la muerte y sus hedores. Porque llega la guerra, presente y pasada, y con ella las traiciones, la política oculta, los aviones y las bombas.
Mezcla de narración psicológica y epistolar, Emma Riverola nos ofrece una novela absorbente, un engranaje de precisión milimétrica y laboriosamente documentado. Con una prosa que se desdobla y atrapa, afilada y elegante a la vez, Metamorphosis se adentra en los laberintos de la conciencia y la condición humana, en las cloacas de nuestro mundo.
Emma Riverola nació en Barcelona en 1965. Metamorphosis es su sexta novela, después de Sal (2021, en catalán), El hombre que mató a Messi (Edhasa, 2015), Cartas desde la ausencia (2008), El amuleto de papel (2004) y el título juvenil El fin de los días difíciles (Castalia, 2016). Se ha estrenado como dramaturga con #PuertasAbiertas (2021), y en la actualidad tiene en producción nuevos proyectos teatrales. Tanto en la novela como en el teatro, sus ficciones expresan un marcado trasfondo social y político. Es columnista en El Periódico y otros diarios del grupo Prensa Ibérica, y también ha colaborado en El País y Yo, Dona. En una vida anterior, dedicó dos décadas a la creación publicitaria.