Zamora tiene por nombre,
Zamora la bien cercada,
de un lado la cerca el Duero,
del otro Peña Tajada…
Es ésta una leyenda, un romance, una historia legada por el tiempo. Zamora, la bien cercada, entonarán los juglares. Pues ya sitian la ciudad el rey Sancho y sus mesnadas, prestos para la cabalgada. Y con él, sus mejores hombres; entre ellos el Campeador y un joven Álvar Fáñez que busca aún su destino. Intramuros de esa fortaleza bañada por el Duero, la decisión está tomada: no cabe la rendición. Así lo manda la infanta Urraca, siempre fiel a su hermano Alfonso.
El destino de Zamora y sus habitantes se forja, así, día a día, bajo el constante aleteo de los monstruos que sobrevuelan los bosques y se esconden tras las piedras. Pronto, el hambre, el miedo y la enfermedad se hacen más fuertes. Sin embargo, y pese a todo, queda la fortaleza de espíritu, el honor, el amor y la esperanza. Y a todo ello se aferra la galena judía Judit, siempre atenta con los pacientes, aun cuando pueda despertar la ira del Señor; Midueña, criazona de la infanta obligada a desposarse con Petro; también Elka, joven juglar sin voz que habla con el viento, y Marina, la niña de enmarañados rizos oscuros que no se doblega por nada. Ellos y muchos más serán las letras en esta historia.
Todo empieza un día de justicia… y entonces nacerá la leyenda.
Más allá de la historia y de la épica, Nieves Muñoz nos pasea por unos tiempos pasados que no son sino ecos del presente. Y lo hace con una prosa límpida pero a la vez sentida y llena de alma; y a través de sus variados protagonistas –unos existieron en verdad, otros lo hacen de igual forma a partir de este momento–, que pasean por estos cantares, cuentos, conjugados de manera brutal, vívida, hasta hacérsenos nuestros y agarrarse a nuestro yo más interior. Imposible de olvidar.
Nieves Muñoz nació en Valladolid en 1976. Vinculada siempre a las letras, bien como escritora de historias o como lectora, eligió sin embargo un camino diferente para su formación: la enfermería; y como tal trabaja en la unidad neonatal del Hospital de Valladolid.
Para ella, escribir es una forma de vida. Tras formarse en técnicas literarias, ha colaborado en varias antologías de relatos, como articulista para blogs de narrativa y en la revista Taller de la factoría. Se atrevió a dar el paso de aunar sus dos grandes pasiones en 2018, año que vio la luz su primera novela histórica, Las batallas silenciadas; y a ésta le siguió Las damas de la telaraña, dos historias inolvidables que han sido todo un éxito entre lectores y críticos. Ahora, con su tercera novela, mira aún más al pasado, pero agudiza el pulso, porque Cantigas de sangre es un regalo, una leyenda inigualable.