Pocos personajes hay en la historia de España tan polémicos y controvertidos como el capitán Lope de Olano, considerado en ocasiones uno de los navegantes más audaces de su tiempo y, en otras, en detestable traidor.
Hijo del alcalde de Azkoitia y emparentado con san Ignacio de Loyola, Olano fue uno de los pilotos que acompañaron a Cristóbal Colón en su tercera expedición (1498) y, tras varios años viviendo en La Española, fue nombrado segundo del gobernador de Castilla de Oro (hoy Panamá), Diego de Nicuesa. Sin embargo, un desafortunado episodio cambió el rumbo de su vida. El barco de Nicuesa desapareció en una tormenta con toda su tripulación. Mientras los buscaban, Olano y los suyos descubrieron el archipiélago de San Andrés, pero Nicuesa no tardaría en acusarlo de traición.
Nació en Oñate en 1938. De espíritu aventurero, se embarcó en un carguero panameño; después, en un barco noruego y, por último, en un petrolero sueco. Con ellos recorrió todo el Mediterráneo y el golfo Pérsico. Poco después, fue llamado a filas. Destinado a Libia, pasó más de dos años en el desierto, en la base de El Adem, cerca de Tobruk. Y es allí donde Rosset reanudó sus estudios de Periodismo, al mismo tiempo que empezó a escribir historias cortas. A partir de 1970 sería colaborador freelance del diario londinense Evening News y la revista Weekend. A partir de 1998, Rosset dedicó la mayor parte de su tiempo a lo que más le apasionaba: la narrativa. Entre su obra destacan sus novelas Los navegantes (2000), Cristóbal Colón (2002), Malinche (2004), El capitán Olano (2010), Los hielos de Terranova (2016) y La conversa (2018) todas publicadas por Edhasa.
Murió en Irún el 27 de marzo de 2021.