Probablemente la novela más juvenil jamás escrita por un anciano, como el más perfecto ejemplo de la ironía que caracteriza buena parte de la obra de Thomas Mann. A tenor de su concepción estética de la vida, las trampas, los robos y las imposturas acaban no sólo por justificarse, sino incluso por constituir un estilo de vida de moralidad irreprochable.
Thomas Mann, autor de obras tan reflexivas, complejas y maravillosas como La montaña mágica, Muerte en Venecia, Doktor Faustus, Los Buddenbrook, legó; a la posteridad una última novela desconcertante, irónica, burlona y probablemente una de las más sagaces y divertidas de todos los tiempos, sin rebajar un ápice su exigencia literaria. Probablemente, no hay modo más divertido de acercarse a este gran clásico de la literatura universal que leyendo esta novela.
Es un clásico indiscutible de la literatura alemana. Hizo del ser humano, condicionado por su contexto político y social, y del conflicto que puede surgir entre la vida y el arte o la inteligencia, el centro de buena parte de su extensa obra narrativa, en la que destacan, entre otros títulos, Los Buddenbrook (1901), Tonio Kröger (1903), La muerte en Venecia (1912), La montaña mágica (1924), considerado a menudo su obra más importante, Mario y el mago (1930), Carlota en Weimar (1939), Las cabezas trocadas (1940), Doktor Faustus (1947), El Elegido (1951), La engañada (1953), Confesiones del estafador Félix Krull (1954), o Cuentos completos. En 1929 obtuvo el Premio Nobel de Literatura.
Doctora en Filología Alemana, Licenciada en Filología Hispánica y en Filología Alemana. Desde 2011 es Profesora titular de la Universidad UCM. En 2020 ha sido galardonada con el Premio Nacional a la mejor traducción por su trabajo en la obra de Herta Müller Siempre lo misma nieve y siempre el mismo tío.